Todas nuestras joyas están elaboradas en materiales de primera calidad como el acero quirúrgico, la plata de ley 925 y el latón. Dependiendo de su acabado, cada joya lleva un baño en oro, rodio u oro rosa. Para mantenerlas en un perfecto estado durante más tiempo, te recomendamos que sigas nuestros consejos de cuidado y mantenimiento.
Las joyas de ACERO QUIRÚRGICO son resistentes y duraderas, perfectas para personas alérgicas y con piel sensible. Es el material más resistente al paso del tiempo y a agentes externos. Aún así, te recomendamos que guardes tus joyas de acero en su bolsita en un lugar seco, alejado de la humedad. Intenta protegerlas de roces y caídas para evitar arañazos o roturas de cadenas. Para mantenerlas perfectas y brillantes durante mucho tiempo, puedes limpiarlas con nuestra gamuza especial.
Las joyas de PLATA DE LEY 925 llevan un baño de oro o rodio, por lo que su cuidado deberá ser más frecuente. Este baño es de gran calidad pero deberás evitar la exposición a determinados productos químicos (perfumes, alcohol, cloro, etc), ya que podrían comprometer la integridad de las joyas.
Las joyas de latón llevan un baño de oro y rodio de primera calidad, pero dada su composición, deberás evitar cualquier exposición a los ya referidos productos químicos (perfumes, alcohol, cloro, etc.), así como evitar mojarlas o realizar ejercicio físico con ellas, ya que el sudor podría deteriorar el baño.
Las piezas bañadas en oro son más frágiles y susceptibles de perder el color con el paso del tiempo. La velocidad a la que este color va desapareciendo depende de múltiples factores como el cuidado que le des a la pieza, el uso de productos químicos en la piel (cremas, lociones, perfumes e incluso medicamentos), el nivel de sudoración corporal o incluso el mismo nivel de PH de la piel de cada persona. Por este motivo, es importante tener un cuidado adecuado con tus joyas bañadas en oro, sean del material que sean.